Hay una verdad indiscutible: el planeta nos necesita… ¡y hoy más que nunca! Aunque parezca una dura tarea, los grandes cambios comienzan con pequeñas acciones. Muchas de nuestros hábitos influyen de forma positiva o negativa en la salud de nuestra Tierra, por eso hoy queremos compartir contigo algunos tips para que puedas seguir viajando donde quieras en tu furgoneta evitando generar daños a nuestro mundo. ¿Te sumas a esta ola?
Elección y cuidado del vehículo
Es bien sabido que cada cosa que hacemos tiene una repercusión. Siendo honestos, el uso de medios de transportes como los aviones y las furgonetas no son precisamente los menos contaminantes. Las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos han ido en aumento a través de los años; sin embargo, aunque algunas cosas se escapen de nuestras manos, se pueden llevar a cabo distintas acciones sostenibles en cada viaje, para así evitar en lo posible cualquier tipo de daño.
Una de las tantas acciones positivas comienza, en sí, por el vehículo que se use. Si ya tienes tu camper, procura hacerle chequeos constantes. En caso de no tenerla, siempre está la opción de alquilar una furgoneta para usarla en esos momentos especiales en los que desees viajar con tu casa a cuestas. Si tu decisión es comprar una, intenta que sea un modelo nuevo, pues, aunque cuesta más que una de hace unos cuantos años, a largo plazo será más eficiente.
El buen estado de tu furgo antes de comenzar a rodar es ideal, no solo por tu seguridad sino por el bien del mundo entero. Encárgate siempre de revisar la presión de los neumáticos, hacer una buena distribución de carga y, por supuesto, manejar tranquilamente para evitar frenar o acelerar de forma muy brusca.
Otra de las acciones que podemos tomar con nuestra camper, es asegurarnos de que estén dotados con motores diésel de última generación adaptados a las normativas de protección medioambiental más actualizadas. Si está entre tus posibilidades, también puedes usar un sistema de depuración de gases que de tu preferencia, para así poder transformar los gases contaminantes que emite tu furgoneta.
La energía es otro aspecto determinante en lo que se refiere a sostenibilidad. Por ejemplo, equipar tu camper con placas solares puede hacer una gran diferencia. Y, para aquellos días menos soleados, podrías instalar un generador eólico para que el viento sea la fuente de energía. Además de brindarte mayor independencia eléctrica, al mismo tiempo contribuirás con la salud de la Tierra.
Replanteando nuestra manera de viajar y consumir
¿Conoces la famosa regla de las tres R? Si no es así, te la presentamos. Esta norma ecológica nos invita a realizar tres acciones: reducir, reutilizar, reciclar. De poco sirve equipar nuestra furgo con el accesorio más eco-friendly del mundo si nuestros patrones de consumo no cambian. A continuación, compartiremos contigo algunas recomendaciones sencillas que puedes aplicar mientras viajas en tu camper:
Reducir el uso de plástico:
Este es uno de los elementos más contaminantes del mundo. Aunque puede tomar un tiempo cambiar las costumbres, especialmente en una sociedad que está acostumbrada a empacar todo en plástico, es posible mejorar día a día. ¿Qué puedes hacer para lograr este paso?
- Rechazar las bolsas de plástico en el supermercado y sustituirlas por bolsas de tela. Si usas tu imaginación y creatividad, podrías diseñar una con una vieja camiseta, ¡una buena manera de reutilizar!
- Cuando vayas a hacer tus compras, acerca el coche al super y guarda directamente los productos en el armario. También puedes meter la compra en una caja de cartón.
- Evita comprar productos empacados en plástico, como pan o tortillas, y anímate a prepararlos tú mismo.
- Lleva tu cantimplora dondequiera que vayas y olvida los potes de agua mineral desechables.
- En caso de que el agua potable no sea pública en el lugar donde viajas, rellena tus bidones en estaciones purificadoras o máquinas expendedoras; así ahorrarás y evitarás comprar agua en el mercado.
Separar los residuos:
Separar los desechos sería una buena decisión acordada desde que comienza el viaje. De esta manera, si se hace de forma adecuada, será posible alargar la vida útil de lo distintos materiales para que sean transformados en otros.
Ser más consciente en el consumo de comida:
La sobreproducción de alimento genera efectos negativos en nuestro ecosistema. Sin embargo, por el simple hecho de que, en comparación con una casa, contamos con menos espacio para almacenar las cosas, quienes viajamos en furgo evitamos comprar en exceso. Comprar lo necesario evita que se deba tirar comida dañada. Si quieres ir un poco más allá con respecto a este punto, puedes intentar reducir o eliminar tu consumo de carne; el planeta y tu cuerpo te agradecerán.
Sustituir productos de aseo personal por opciones más naturales
Pequeñas acciones como sustituir la pasta dental por el bicarbonato de sodio, cambiar el desodorante por piedra de alumbre, usar servilletas de tela en lugar de papel, comprar jabón en pastilla en lugar de gel o, en el caso de las mujeres, preferir una copa menstrual en vez las toallas sanitarias también ayudarán a reducir muchísimo el uso de plástico.
Preferir tiendas o mercados locales en vez de grandes cadenas de supermercados
Esta acción no solo te ayudará a ahorrar, sino que también te permitirá contribuir con la economía de los pequeños pueblos. Dependiendo de los rubros,
seguramente encontrarás en estas tiendas productos más frescos y menos procesados. Ganará tu cuerpo, tu economía, el proveedor y también el medioambiente.
Respetar la biodiversidad:
La vida se ha encargado de recordarnos que la Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra y es nuestro deber cuidarla. Somos parte de un todo, y es importante tener presente que, al viajar a espacios naturales, las luces, los olores o los ruidos de nuestra camper pueden afectar a la fauna y la flora que nos rodea. Por eso es importante conducir con cuidado para no golpear a los animales en la vía, reducir el ruido el motor conduciendo más despacio, evitar dejar cualquier tipo de residuo y dejar cualquier espacio natural tan limpio como lo encontramos al llegar.
Cambiar de hábitos puede ser todo un reto, ¡pero vale el esfuerzo! Al final, aplicar acciones más sostenibles trae muchos más beneficios de los que piensas. ¿Cuál será el primer paso que darás en tu próximo viaje?